Cómo hacer un vídeo porno casero

¿Cuántos de nosotros no hemos pensado alguna vez en grabar un vídeo porno casero? Hoy en día es muy sencillo grabar este tipo de vídeos gracias a nuestros smartphones, cámaras compactas, tablets, etc… Cada vez hay más aficionados y entusiastas de estas prácticas y son ya muchos los que han pensado en dejar de ser meros espectadores para convertirse en participantes activos. Bien sea como actores improvisados o incluso directores de estos vídeos de porno caseros. Estos vídeos se realizan por varios motivos, por simple morbo en la intimidad de la pareja o hasta quienes lo publican en la red con el objetivo de sacar beneficios económicos. Es fundamental el consentimiento de los participantes en estos vídeos amateurs, siendo el respeto, el morbo y la diversión los principales objetivos de estas filmaciones caseras.

Los vídeos filmados por amateurs están revolucionado por completo el mundo de la pornografía, lo que afecta en gran medida la economía de la industria gracias a internet y a tantas webs que permiten la subida de este tipo de vídeos. La industria pornográfica está viviendo una transformación continua desde la irrupción de internet.

Cómo comenzó esta tendencia

El cine porno como lo conocíamos prácticamente ha desaparecido, las ventas de DVDs o revistas pornográficas se derrumbó casi por completo en la última década. La era del “bricolaje porno” ha llegado para quedarse. El “hágalo usted mismo” tiene cada vez más adeptos, tanto para los que graban estos vídeos coma para los que consumen este tipo de pornografía. Estamos hablando de que en la actualidad son cientos de millones los que se conectan cada día tanto para consumir porno casero como para publicar sus videos en la red.

Con la nueva liberación sexual, una «auténtica revolución a mediados de los años 90”, junto con la difusión de las nuevas tecnologías, ha cambiado radicalmente la forma de ver porno. Cada vez es mayor el número de vídeos caseros que encontramos en la red y cada vez son más las promesas del cine amateur o aquellos que simplemente creen que hay momentos en la vida que valen la pena inmortalizarlos e incluso compartirlos.

Con la esperanza de ser útil, hemos decidido daros en este post una serie de consejos útiles para que hagáis vuestra propia película porno, después de leer esta guía ya podéis convertiros en realizadores, directores o actores porno.

También puedes coger ideas del cine porno italiano.

Vamos a empezar dando luz a todo lo que necesitáis saber para empezar a grabar vídeos porno amateur.

El equipo de filmación

El equipo mínimo para los nuevos directores porno consiste en tan solo dos herramientas:

• Una cámara pequeña de vídeo digital. Conseguirla no es ni muy difícil ni muy caro como hace un par de décadas. En la actualidad estas cámaras de última generación son muy fáciles de manejar y tienen una serie de tecnologías integradas (como el estabilizador de imagen o el ajuste automático de enfoque), lo que permite que incluso los principiantes puedan gravar vídeos con buena calidad.
• Un ordenador personal con conexión a internet, como el que casi todos tenemos en casa y con un software de edición de vídeo podemos subir fácilmente nuestros vídeos a la red.

Preparar todo lo necesario antes de grabar

En primer lugar, es esencial contar con un poco de creatividad y fantasía, ya que aunque estamos hablando de un vídeo amateur de bajo coste no está reñido con tener un buen guión.

Veamos que hay que tener en cuenta para grabar nuestro vídeo porno casero:

• Preparar el escenario: empecemos por elegir un lugar adecuado; muchos se sentirán más cómodos y relajados grabando en el dormitorio, pero nadie nos obliga a ser prisioneros de la tradición. Al igual que el lugar donde se llevará a cabo la acción, es esencial contar con una buena iluminación. No existe una única regla al respecto, todo depende de la atmósfera que se desea exhibir y jugar con las luces, tanto naturales como artificiales, lo que permitirá lograr distintos efectos según el guión.
• Prendas de vestir y accesorios: Ahora se trata de elegir las «prendas de vestir y los accesorios”. Obviamente no se trata solo de contar con un vestuario sexualmente muy explícito, los vídeos caseros más demandados y morbosos son aquellos que muestran situaciones “reales” con alto contenido pornográfico. Veamos por ejemplo una ama de casa que se folla al fontanero, o una pareja que se graba así misma o incluso una infidelidad de la esposa con su vecino, entre otros.

Si lo que se buscas es crear un vídeo con una mayor carga pornográfica, podemos recurrir a una gran variedad de disfraces y, en este caso, se pueden visitar tiendas eróticas o sexshops, tanto físicos como online. En ellas podemos encontrar un gran número de disfraces y accesorios para ayudarnos a lograr una mejor puesta en escena. Los accesorios o complementos merecen un capítulo aparte, y he aquí donde debemos dejar volar nuestra imaginación. Los objetos de uso cotidiano, los juguetes sexuales u otros elementos nos ayudarán a dar forma a nuestro vídeo porno casero.

Por último, recordar los conceptos básicos: preservativos, lubricantes y algo para hidratarse y para comer, de modo que todo está perfecto para grabar, sobre todo cuando hablamos de varios participantes.

Las posiciones y las mejores tomas

Claqueta y acción. En materia de sexo, cada uno tiene sus propias especialidades y habilidades y qué mejor modo que mostrarlas grabando vídeos porno caseros. Si decidimos finalmente difundir nuestros vídeos sabemos que en los países occidentales el consumo de pornografía, especialmente amateur, está en constante aumento. Por ende, vamos a poner toda la carne en el asador porque nunca se sabe, quizá lleguemos a tener cientos de miles de reproducciones de nuestras obras cinematográficas.

La mayoría de la gente ve el sexo como una fuente agradable de entretenimiento que mezcla la estimulación sensorial natural y la pasión más íntima. Ver vídeos porno puede ser, de hecho, muy educativo y puede ayudar a entender y descubrir una inagotable variedad de comportamientos sexuales.

Así pues, podemos pensar en nuestros vídeos como un buen regalo para uno mismo y para los potenciales espectadores. Ni que decir tiene que es importante sentirnos completamente seguros a la hora de publicar en la red nuestros vídeos sexuales. Para mejorar nuestro trabajo se pueden incorporar una serie de trucos y artificios de post-producción, a medida que vamos cogiendo mayor experiencia y sabiduría veremos cómo nuestros vídeos mejoran en calidad. El objetivo será crear algo realmente erótico y excitante, y recordar que no siempre es necesario impresionar con contenidos totalmente explícitos.

Métodos de grabación

Hay distintos modos de grabación, la cámara puede estar fijada en un trípode y gravar toda la escena desde un solo punto de vista. Otra opción puede ser rodar la escena llevando la cámara en la mano durante la filmación, lo que otorga una mayor realidad y potencia los detalles gracias a la cercanía con la que se está grabando.

Recordad que se ha de favorecer siempre a la cámara y que si no se puede encontrar el plano perfecto para una posición, simplemente ver algunos vídeos en la red para recoger algunas ideas.

Evolucionar con la experiencia

Después de superar nuestra preparación psicológica vamos a ir potenciando nuestros conocimientos técnicos para una mejora gradual de nuestros vídeos.

Las primeras veces que rodamos, estamos de acuerdo que nos conformaremos con un único punto con la cámara fija. Una vez que vamos ganando en confianza iremos descubriendo nuevos medios de grabación. Seremos más originales y creativos en nuestros rodajes variando los puntos de vista. En este nivel, se hace imprescindible el trabajo de edición o montaje, donde se pondrá a prueba la imaginación, la creatividad y el sentido estético.

Los usuarios de Windows pueden empezar a dar sus primeros pasos en el mundo de la reproducción de vídeo con Windows Movie Maker, ya integrado en los sistemas operativos de Microsoft y extremadamente fácil de utilizar. Una de las características más interesantes del programa es la posibilidad de crear bibliotecas, que es una colección de clips de la que extraer un contenido antiguo para ser reutilizado a voluntad. El programa también nos permite editar con importante variedad de efectos especiales y la incorporación de música y textos.

Para los usuarios de Mac disponemos del programa iMovie, un software de serie muy versátil e intuitivo que nos permite crear y editar sin grandes conocimientos. 

El único consejo que podemos ofreceros es no perder nunca el deseo de experimentar, ya que, como en todas las cosas, la práctica activa es la mejor escuela. La curiosidad por explorar nos va a ayudar a mejorar nuestras creaciones.

Publicar nuestro vídeo en la red

Si el resultado es satisfactorio, podemos subir nuestro video a Internet y que otros también disfruten de nuestras alegrías sexuales.

Lo primero y esencial es que todos los «actores» que participan en nuestro vídeo porno casero están de acuerdo con su publicación. Subir una grabación casera a la red (así como fotos porno) sin el consentimiento de nuestra pareja o de los participantes, es un delito, además de ser un acto de cobardía y repugnancia.

La pornografía es una de las dimensiones más profundas de la red y hay muchos sitios para compartir porno amateur. Existen numerosos sitios web donde publicar nuestros vídeos caseros de forma gratuita. Los más visitados son las versiones de Youtube pornográficas; Yuvutu, Pornotube, YouPorn, Xtube, redtube, etc.

Así nació el género que Sergio Messina, periodista y escritor italiano, define como Realcore. El término proviene de las dos palabras Real y Hardcore (sexo real grabado con una cámara casera). Pero el término Realcore va más allá y describe las posibilidades que ofrece la producción de vídeos de gente amateur teniendo sexo real.

Las imágenes del mundo Realcore se caracterizan por una baja resolución debido a la utilización de tecnologías no profesionales, la presencia recurrente de los sujetos que no siempre coinciden con una estética y aceptable escenográfica. Realcore se basa en la imaginación y la imperfección, donde lo que prima realmente es la intención y el morbo que un vídeo casero ofrece al espectador.

El Realcore contrasta con la imagen «enlatada» de los vídeos profesionales. Los aficionados de los vídeos caseros van en aumento gracias a la sensación de proximidad con la que suceden las secuencias, la imagen de baja resolución y el notable realismo crea un ambiente lleno de morbo y erotismo.