Para las personas con vaginas, tanto mujeres como hombres transexuales, es posible llegar a sentir niveles muy altos de placer y satisfacción sin que necesariamente se llegue al punto de éxtasis máximo: el orgasmo vaginal u orgasmo femenino, como prefieras llamarlo.
Al momento de tener sexo con otras personas, o cuando solo es una cuestión de un momento de placer propio, el orgasmo femenino es una meta que siempre está presente, pero siendo realistas, no siempre se llega a alcanzar, y eso puede ser frustrante en ocasiones; tanto para la persona como para sus parejas sexuales.
Esta es la razón por la que en la práctica sexual hay pocos eventos que son vistos con el mismo misticismo y deseo con el que es visto el denominado squirting.
No se puede negar que ha habido una desinformación en el tema, una confusión de términos y muchas, pero muchas teorías de lo que es y no es, así que en este post vamos a desmitificar el hecho de chorrear, además de dar algunos consejos efectivos para lograrlo de forma recurrente con la estimulación correcta.
Contenido
¿Qué es el squirting?
Diciéndolo en pocas palabras, el squirting es la acción de lanzar chorros desde la uretra de manera espontánea después de estimular ciertas zonas de la vagina. Sin embargo, al decirlo así se recorta información que vale la pena tener en cuenta.
Entonces, el squirting es una manifestación sexual que es resultado de la estimulación tanto del clítoris como del punto G vaginal, llegando a tal nivel de excitación que la respuesta del cuerpo va más allá de la eyaculación vaginal.
Para aclarar, la eyaculación femenina ocurre cuando, debido al placer y a la excitación del momento, las glándulas de Skene segregan un líquido translúcido con un tono blanquecino que la mayoría de las veces pasa desapercibido porque es confundido con la lubricación vaginal.
Otra manera en que la eyaculación femenina pasa desapercibida es cuando el líquido no es expulsado del cuerpo durante la estimulación vaginal, sino que es expulsado junto con la orina post-sexo o post-estimulación.
Continuando con el squirting, este líquido que sale a chorros es expulsado espontáneamente por la uretra, y por esta razón es tomado o considerado erróneamente como si fuese orina. Sí, son parecidos en cuanto a su composición, pero no son lo mismo; este líquido está conformado mayormente por agua y urea, junto con otros componentes (que también se encuentran en la orina) en cantidades mínimas.
Este líquido no tiene un olor particular, su consistencia es más acuosa que otra cosa, pero su expulsión es vista como una de las mejores expresiones de placer que se pueda conseguir.
¿Cómo puedo conseguir hacer squirting?
Si hablamos de proporciones, la cantidad de personas que han hecho squirt es mínima en comparación con las personas que nunca lo han logrado en su vida. Pero esto no quiere decir que conseguirlo sea imposible; todos los cuerpos pueden llegar a esa meta con la estimulación vaginal necesaria.
Muchas veces este fenómeno ocurre de manera sorpresiva, haciendo que las personas se sientan avergonzadas y no entiendan por qué pasó eso. Para evitar estas sorpresas, es mejor conocer los pasos para llegar a chorrear y tener siempre en cuenta que hay posibilidades de que ocurra en caso de llegar a ese nivel de estimulación.
Los pasos para que puedas lograr hacer squirting son los siguientes:
Relaja el cuerpo y mente
El primer paso es relajarse. El estado mental es lo principal para que no haya pensamientos o preocupaciones que puedan nublar la experiencia.
Es necesario que la mente se encuentre relajada y despejada, enfocándose solo en el placer del momento, y el cuerpo debería seguir las mismas condiciones de relajación. Para poder iniciar todo, el cuerpo debería estar en una posición cómoda donde pueda mantenerse por un rato sin molestias, al igual que debería estar relajado y no mostrar resistencia.
Disfruta la estimulación
Siguiendo con el punto anterior, es importante que no haya ningún tipo de bloqueos, tanto físicos como mentales, para que la experiencia sea placentera y relajante.
Sabiendo que hacer squirt es algo difícil de lograr, muchas veces esto puede ser un obstáculo en la mente. Es fundamental que la mente y el cuerpo se enfoquen en disfrutar de la estimulación per sé sin preocuparse por los objetivos planteados.
El sexo y la estimulación sexual siempre deberían estar enfocados en el placer, y si esto es una experiencia para conocer mejor al cuerpo y las respuestas del mismo, lo mejor es que se disfrute al 100%.
Estimula el punto G y el clítoris de forma continua
La estimulación vaginal es la gran protagonista de este proceso. Saber dar placer al clítoris, ya sea de forma manual o utilizando aparatos como succionadores de clítoris, es un paso indispensable para poder alcanzar el clímax que se está buscando.
Y no se puede dejar atrás al punto G, cuya estimulación puede ser más placentera si se tiene algún tipo de crema que pueda aumentar la sensibilidad de la zona o de lubricación que haga del trabajo algo más cómodo y satisfactorio.
Conoce las sensaciones y las respuestas de tu cuerpo
Como ya se mencionó, esta será una experiencia para conocer al cuerpo y saber las respuestas que los estímulos activan. Al momento de estimular tanto el clítoris y el punto G de forma correcta, la sensación que comenzará a recorrer el cuerpo es muy similar a aquella de orinar, pero no debe ser confundida; esta sensación es un buen indicio.
Las ganas de orinar se deben a que las glándulas de Skene se están preparando para comenzar a expulsar los chorros de placer que se han buscado en el proceso. Es el guiño que hace el cuerpo para avisar lo que está por venir.
No tengas miedo a experimentar y a disfrutar de tu cuerpo. El squirting debe dejar de ser visto como algo imposible, y comenzar a ser considerado como algo que cualquier persona con vagina puede realizar con los pasos correctos.