El sexo anal es una práctica que se encuentra rodeada de una cantidad enorme de prejuicios, estigmas sociales, falsas creencias, mitos y tabúes que normalmente provienen del desconocimiento. Por ejemplo, la idea de que el sexo anal es un asunto exclusivo de los hombres homosexuales es el prejuicio más común respecto a esta práctica sexual.
Buscando reivindicar el placer proporcionado por esta zona erógena, hoy hemos decidido hablar abiertamente sobre la estimulación anal, las razones para incorporarla a tu rutina sexual y desmontar algunos tabúes relacionados. Sea cual sea tu género y sexualidad, tienes derecho a disfrutar plenamente de todas las sensaciones que tu cuerpo es capaz de proporcionar.
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¿Qué es un plug anal y cuáles son sus beneficios?
Para la estimulación de esta zona son necesarios algunos cuidados especiales. Además, cabe considerar la existencia de juguetes eróticos específicos, como los plugs anales, los cuales sirven para facilitar la penetración anal y estimular zonas especificas como el Punto A femenino (parte interna de la vagina cerca de la vejiga) y el Punto G masculino (en la próstata, a unos 5 cm del ano).
Según los especialistas de Platanomelón, algunos de los beneficios de incluir los plugs anales son los siguientes:
- Una oportunidad para conocer mejor tu cuerpo de una forma diferente, independientemente de que seas hombre o mujer.
- Facilita la dilatación y te prepara para el disfrute pleno del sexo anal.
- Desarrollas un nuevo nivel de confianza con tu pareja.
Derribando algunos mitos y tabúes sobre el sexo anal
Que es una práctica antinatural, dolorosa y exclusivamente de homosexuales son algunas de las falsedades que rodean al sexo anal. La lista se puede extender casi al infinito, por lo que, a continuación, nos concentraremos en algunos de los prejuicios y mitos más comunes.
“Es una práctica exclusiva de parejas homosexuales”
Falso. La realidad es que el ano es una zona erógena que existe tanto en el hombre como en la mujer y, por tanto, puede resultar satisfactoria para ambos sexos, independientemente de su orientación sexual. Por supuesto que no es una práctica que quede reducida a la intimidad de las parejas de hombres homosexuales.
“Es antinatural”
Falso. Si bien es cierto que la función principal del ano es la evacuación de los desechos, también hay que decir que se trata de una zona conectada a una cantidad enorme de terminaciones nerviosas, incluso muchas más que la vagina. Además, se encuentran conectadas con las terminaciones de la próstata y el clítoris, por lo que es capaz de proporcionar sensaciones intensas, incluso sin alcanzar una penetración profunda.
“Si me gusta la estimulación anal, soy gay”
Definitivamente no. El disfrute de cualquier práctica sexual relacionada con el ano no guarda relación con la orientación sexual de una persona. Este pensamiento es el resultado de un estereotipo cultural que ha generado inseguridad y miedos en millones de hombres heterosexuales sin ninguna justificación.
“El sexo anal es doloroso”
No necesariamente. Es bastante probable que la primera vez resulte dolorosa. Esto es porque el esfínter anal no se encuentra habituado a ser penetrado, pero el dolor disminuye y el placer se incrementa conforme se continúa con la práctica. Por supuesto, la higiene, una correcta lubricación y la relajación son fundamentales para una experiencia placentera.