Debido a su cultura, la mayoría de los japoneses mantienen una actitud bastante conservadora sobre todo lo relacionado con el sexo. Esto es debido a que hablar de temas sexuales en público es considerado como tabú. No obstante, la industria pornográfica en Japón es una de las más grandes del mundo. Esto genera un curioso equilibrio entre la necesidad de satisfacer los deseos sexuales de la población mediante el porno y la de mantener las viejas tradiciones morales de la sociedad.
A pesar de las numerosas restricciones legales entorno a la industria pornográfica en Japón, el porno japonés no ha frenado su crecimiento. Esto se debe fundamentalmente al ingenio de los productores japoneses que han creado un género porno único en el mundo y muy característico.
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La famosa ley de la censura en Japón
Si te preguntas cómo es posible que exista una ley de censura para el porno en Japón, teniendo en cuenta que es uno de los mayores mercados de porno del mundo, la respuesta reside en la historia. Hace tiempo, cuando los japoneses y las civilizaciones occidentales no tenían contacto entre sí, el país del sol naciente era un lugar bastante liberal en cuanto al sexo. El sexo no era algo tabú, es más, existía algo llamado Shunga, que no es otra cosa que la representación gráfica de escenas de sexo (algo así como una revista porno de la época).
Fue por causa de las civilizaciones europeas, muy conservadoras en cuanto a sus códigos morales, las que influyeron en el país cuando comenzaron a tener contacto. Finalmente, en 1907 es aprobada una de las leyes fundamentales del en el Código Penal de Japón. En esta ley, el artículo 175 establece la prohibición de vender o distribuir material obsceno bajo penas de multa o incluso prisión. Desde entonces, este artículo no se ha modificado y es bastante abierto a la interpretación. Como no existe nada expreso por escrito, la última interpretación de dicha ley fue la difuminación de los genitales y del vello púbico.
El hecho de que esta ley siga vigente hoy en día puede deberse al sentimiento de tradición de la cultura japonesa y a la dificultad de realizar cambios tan profundos en lo ya preestablecido. Por ello, los productores de porno japonés siguen utilizando la difuminación de los genitales para evitar las posibles sanciones.
Esta ley obligó a los realizadores a ser muy ingeniosos y a crear un género propio e inconfundible
El bukkake en el porno japonés
Se trata de un acto sexual característico del porno japonés. Un grupo de varios hombres eyaculan sobre una mujer, habitualmente en la cara. La traducción literal de Bukkake es salpicar o salpicadura.
El bukkake apareció por primera vez en la década de 1980 como método para saltarse la ley de censura ya que el semen no tiene porque ser censurado. Esta práctica de sexo en grupo apareció en América y Europa en los años 90 en los vídeos de sexo duro que comenzaban a proliferar en la época como los del género gangbang.
El gokkum
El gokkum es una variante del bukkake donde los todos los hombres participantes del sexo en grupo eyaculan en un recipiente para que la chica se beba toda la corrida.
Bondage japonés
El Shibari o Kinbaku (unión fuerte) es un estilo japonés de bondage donde la sumisa es atada mediante complejos patrones usando varios trozos de cuerda fina. La estética resultante y la técnica de realización cobran un papel muy importante.
Otros géneros
En el porno japonés existen multitud de géneros a menudo muy pervertidos o extraños para muchos occidentales. Aquí nombramos tan solo unos pocos.
Los tentáculos
Aunque pueda parecer un invento reciente de la industria pornográfica en Japón, el porno con tentáculos ha existido mucho tiempo en el país del sol naciente. Este tipo de XXX trata de que unos tentáculos, generalmente de monstruos imaginarios, violan a chicas y mujeres en una rocambolesca mezcla de porno, ciencia ficción y bestialismo.
Estos tentáculos, a pesar de tener una apariencia muy similar a la de un pene, no lo son expresamente, por lo que así evitan la necesidad de ser censurados a causa de la ley. Son muy recurrentes en los manga y en el hentai, aunque también hay representaciones reales en vídeos X.
Omorashi
Se trata de un subgénero fetichista conocido prácticamente sólo en Japón. La persona siente excitación sexual por tener la vejiga llena o por orinarse encima o hacia otra persona que lo experimenta. La traducción literal de Omorashi es algo así como “mojarse a sí mismo” o “pérdidas”. Los vídeos X de este subgénero no cuentan con desnudos o prácticas sexuales (esa es la diferencia fundamental con los vídeos porno de lluvia dorada del fetichismo occidental) tan solo con una persona vestida, completa o parcialmente, que se orina encima. Puedes leer más sobre esta parafilia aquí.
El masaje erótico japonés
El masaje nuru, es un tipo de masaje japonés erótico realizado con un gel del mismo nombre, nuru, hecho a partir de extractos de algas nori. Es inoloro e incoloro. Este tipo de masaje se realiza por parte de una mujer desnuda que masajea al receptor con todo su cuerpo y que termina en un acto sexual. En este enlace puedes ver cómo se realiza un masaje nuru.
Todo lo mencionado es solo una pequeña muestra de la industria pornográfica en Japón. Pese a que se trata de una sociedad muy conservadora y fiel a sus tradiciones, en cuanto a porno se refiere han dejado claro que pueden ser bastante creativos.