El sexo anal ha sido, hasta hace poco, un placer oculto, al menos en las conversaciones sociales. Un tabú que ha ido rompiéndose gracias al cambio de mentalidad de la sociedad y probablemente también a la distribución de productos especializados, como los plugs anales. La gente habla ahora con más frecuencia y naturalidad sobre un acto sexual que practican todo tipo de parejas y personas en solitario. La apuesta firme por romper prejuicios de plataformas referentes en el sector como diversual.com, también ha ayudado a acabar con muchos prejuicios e ideas erróneas asociadas a todo lo relacionado con la estimulación anal.
Los mitos y falsas creencias en torno al sexo anal no ayudaban a su naturalización. Históricamente, esta acción ha sido referida con términos despectivos y negativos. “El sexo anal duele” o “es para los gays” fueron, durante muchas décadas, las opiniones de una amplia mayoría del público cuando, y así se referían a ella en charlas con sus amigos. Otras ideas extendidas como que consiste en penetración inevitablemente molesta exclusivamente entre pene y ano, que se trata de una práctica sucia y susceptible de provocar infecciones favorecen que muchas personas no se animen a probar. Cada día es más sabido que todo esto no es cierto y que la estimulación anal puede ser muy placentera si se sabe cómo y que todas las personas pueden disfrutarla de forma placentera, tanto hombres como mujeres, independientemente de su orientación sexual.
Afortunadamente todas estas creencias están cambiando y la idea actual sobre el sexo anal es muy diferente a la que tradicionalmente ha predominado entre las personas de todos los grupos de edades. Los jóvenes, eso sí, están liderando esta revolución. Poco a poco, va dejando de ser una cuestión tabú y cada vez más conversaciones sobre el sexo tienen un contenido de estas características. El resultado, a nivel práctico, es un crecimiento del número de personas que lo practican, tanto en solitario como en pareja porque la realidad es que todos tenemos ano y todos podemos disfrutarlo. El sexo anal, por lo tanto, ya se ve como una forma más de placer, tanto de recibirlo como de darlo.
Esta ruptura con la mentalidad arcaica ha sido posible, en buena medida, por la fabricación de productos especializados que permiten adentrarse en la estimulación anal de forma paulatina y segura. Entre ellos, los plugs anales acostumbrar la zona gracias a su tienen una punta redonda, de manera que el usuario puede introducirla en su ano y encontrar así el punto exacto del placer. Internet ha sido determinante para la extensión del uso de este tipo de artículos.
Consejos
Al igual que otras prácticas sexuales, cuando el ano es la vía de entrada, existen algunas medidas que ayudarán a disfrutar y sentir más placer. Es una zona que no tiene lubricación natural, así que buscar este efecto a través de un lubricante es más que recomendable. El objetivo es evitar molestias o dolores, conseguir un estado de excitación y preparar una zona que no está acostumbrada a la penetración.
Esta preparación requiere más tiempo de dedicación que otras prácticas sexuales, especialmente en las primeras veces. El lubricante y los citados juguetes sexuales pueden servir de gran ayuda. Un masaje con los dedos, en torno al perímetro del ano, es un buen comienzo para poner en marcha una sesión de placer anal. Los plugs anales, disponibles en varios modelos y tamaños, permiten adaptarse a las preferencias de cada persona e ir evolucionando en la práctica si se desea.